Cómo desarrollar el potencial de tus hijos
Llega la vuelta al cole. Para algunos niños, es una carrera de obstáculos en su camino por la jungla escolar. Nuevo entorno, nuevos amigos, nuevas cosas que aprender y, por tanto, nuevas expectativas por parte de los padres y de todo el sistema educativo. Todo esto puede resultar un poco abrumador para nuestros pequeños.
Parloteo, ensoñación, inquietud, estrés... hay ciertos obstáculos que impiden a nuestros hijos desarrollar su potencial.
Por ejemplo, cuando se es niño, no siempre es fácil permanecer sentado y concentrado en clase durante todo un día. Algunos charlan, se levantan a menudo para ir a la papelera, revolotean... Estas reacciones pueden permitir al niño evadirse del estrés cuando una tarea se vuelve demasiado difícil, por ejemplo. Pero esta falta de concentración suele preocupar a los padres, que temen el déficit de atención, la hiperactividad, etc., y por supuesto el fracaso escolar.
Las personas que triunfan en la vida tienen muchas habilidades. Vamos a compartir contigo algunas claves esenciales para desarrollar el potencial de tu hijo, optimizar su bienestar y su realización personal: la concentración, la confianza en sí mismo, ser positivo, la capacidad de dejarse llevar y la mejora continua.
El bienestar de los niños es probablemente la principal prioridad de todo padre, abuelo o familiar.
Problemas de concentración en los niños: ¿cómo reconocerlos?
Los niños que no se concentran están muy inquietos y cansados. Concentrarse consume mucha de su energía mental; es un trabajo extra para ellos.
Además, todos los niños son diferentes. Algunos sólo pueden quedarse quietos uno o dos minutos, mientras que otros pueden mirar un libro con atención. Algunos niños de 3 y 4 años corren, saltan y trepan en el parque, mientras que otros juegan tranquilamente con un cubo y una pala.
Si tu hijo parece más activo que otros, esto puede explicarse por su temperamento. Cada niño tiene una constitución y unos rasgos de carácter distintos, y eso es lo que hace que cada uno sea único. ¡Eso es lo bonito!
Y no olvides que, en cierto modo, es normal que un niño pequeño no sea capaz de concentrarse. Y sí, la concentración no es innata, se adquiere con el tiempo. Por ejemplo, es perfectamente normal que un niño de 5 años sólo pueda concentrarse durante 10 o 15 minutos en una sola actividad mientras está sentado. Es más, a los 10 años, un niño sólo será capaz de concentrarse durante unos minutos más (20 minutos). Sin embargo, los niños son perfectamente capaces de concentrarse cuando disfrutan con una actividad.
Además, los niños de los países industrializados están sometidos a una gran presión escolar y pierden cada vez más las ganas de aprender.
Las principales causas de la falta de concentración en los niños
Hay dos causas principales. En primer lugar, hay niños que padecen TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad). Esta disfunción cerebral, que no tiene nada que ver con la inteligencia, provoca problemas de atención. Como consecuencia, los niños tienen dificultades para concentrarse durante largos periodos de tiempo. Este trastorno también provoca impulsividad cognitiva. Los niños tienden a empezar un ejercicio sin leer las instrucciones. Esta precipitación se debe a la falta de regulación automática del cerebro. La última consecuencia de este trastorno es la impulsividad conductual. Los niños con TDAH tienden a agitarse durante los juegos y a hablar sin que se les dé la palabra.
Los problemas de concentración también pueden deberse a causas psicológicas, como el estrés. Cuando los niños están ansiosos, ya no disponen de suficiente espacio mental interno para gestionar su concentración porque están siempre preocupados. Un poco como nosotros, los adultos Le invito a leer nuestro artículo sobre la concentración:-)
En lugar de enfadarse y aumentar su estrés, sus padres le animarán a expresar su angustia, manteniendo la calma. La calma es tan contagiosa como el estrés y favorece la concentración. Igual que la actividad física. "Jugar después de los deberes": este principio, unánimemente compartido, debería invertirse. Después de un día en el colegio, en el que han estado sentados durante horas y horas, los niños necesitan estar activos para liberar su energía. Esto mejorará su capacidad de atención.
Además, la atención del niño puede centrarse en otra cosa. Es importante recordar que el desarrollo del niño también está jalonado de complejos procesos de aprendizaje (lenguaje, limpieza, escritura, etc.) que requieren reorganización, movilizan toda su energía mental y le impiden -temporalmente- concentrarse en otras tareas.
3 claves para que tu hijo desarrolle su potencial
Aquí tienes algunos consejos para ayudar a tu hijo a concentrarse mejor, aprender más y desarrollar su potencial.
1 - Haz ejercicios de yoga
Hay un vídeo estupendo en Youtube que te animo a ver. Delphine (sofróloga, hipnoterapeuta y profesora de yoga) nos invita a relajarnos y desconectar a través del juego.
"Gracias a esta diversión conseguiremos calmar y concentrar a los niños".

Es bien sabido que cuando las cosas son divertidas, las integramos mucho más fácilmente. André Stern, por ejemplo, ha desarrollado ampliamente este punto en su bibliografía (véase el final de nuestro artículo)."Todos nacemos con una formidable herramienta de aprendizaje: el juego. ¿Qué hace un niño en cuanto se queda solo? Juega.Un niño al que se deja jugar todo el tiempo aprenderá, sin disociar el juego del aprendizaje".
2- Practicar la meditación
Con el mismo espíritu que el yoga, también se puede aprender a controlarse en la escuela a través de la meditación.

He aquí un extracto del programa mille et une vies con Frédéric Lopez. Frédéric Lopez dice sobre la meditación: "La descubrí a los 45 años y lamenté que no nos la enseñaran en la escuela".
En el siguiente vídeo, descubrimos el Collège de Gaulle de Jeumont, en la región Norte de Francia, ¡donde los alumnos castigados meditan durante su detención!
La idea se le ocurrió a Marie-Aude Lanniaux. Esta profesora de francés del instituto De Gaulle de Jeumont, en la región Nord-pas-de-Calais, decidió ofrecer sesiones de meditación a los alumnos que normalmente son enviados a centros de detención.
Esta alternativa ayuda a los adolescentes más violentos y turbulentos a calmarse. Desde hace varios años, la profesora empieza una de sus clases semanales con cinco o diez minutos de meditación. Esta práctica, muy extendida en Estados Unidos y los países nórdicos, ayuda a captar la atención de los alumnos, que se muestran así más receptivos en clase.
Al final del vídeo hablamos de la meditación de la ranita: una meditación sencilla para ayudarte a concentrarte y mantener la calma.
Meditación de la ranita
El "método de la ranita" es una técnica revolucionaria inventada por Eline Snel, una terapeuta holandesa. Su libro, "Calme et attentif comme une grenouille" (publicado por Les Arènes), es un bestseller que ya ha transformado la vida cotidiana de niños de 27 países.
La petite grenouille es una meditación de atención plena para niños de 4 a 10 años.
No había oído hablar de ella antes, ¡así que pensé en echarle un vistazo! ¡Tú también puedes descubrirla!
Comienzo de la letra de "Tranquilo y atento como una rana":
"La rana es un animal extraño.
Puede saltar muy lejos, pero también quedarse quieta.
Se da cuenta de todo lo que pasa, pero no reacciona a todo. Respira tranquilamente. No se deja llevar por las ideas que le pasan por la cabeza. Está tranquila. Completamente tranquila. Su barriga se infla y se desinfla, yendo y viniendo.
Los niños pueden hacer exactamente lo mismo: pueden estar tranquilos y vigilantes al mismo tiempo. Todo lo que tienen que hacer es prestar atención, prestar atención a su respiración
¿Por qué meditar con los niños?
Este tipo de ejercicio permite a los niños
-aprender a escuchar las señales de su cuerpo: distinguir y nombrar las sensaciones de relajación, malestar, estrés, cansancio, etc
-aprender a relacionar estas señales corporales con un sentimiento emocional: alegría, entusiasmo, tristeza, decepción, miedo, ansiedad, frustración, ira, etc
-ir a buscar lo que necesitan o pedirlo
-vivir una aventura comunitaria que fomente el sentimiento de pertenencia
3- Los beneficios de los mandalas para los niños
Para alcanzar un estado de armonía con nosotros mismos y con los que nos rodean, los mandalas son una excelente opción, sea cual sea nuestra edad. Veamos cómo utilizarlos!
Colorear un mandala
Fue Carl Gustav Jung quien observó por primera vez que, cuando las personas atravesaban fases difíciles, dibujaban espontáneamente lo que parecían rosetas. Tras muchas investigaciones, llegó a la conclusión de que, en términos psicológicos, el mandala representa a la persona en su totalidad.
Y que este dibujo estructurado en torno a un centro nos ayuda a alcanzar el equilibrio y la armonía. Así pues, si atravesamos una fase de caos en nuestra vida -ya sea psicológica o físicamente-, el hecho de poder trabajar con un mandala, ya sea dibujándolo o coloreándolo, nos permitirá volver a conectar con nuestra estructura más profunda. Con todo nuestro potencial, nuestro yo. Esto es válido tanto para adultos como para niños.

Crean armonía circular
Su forma circular y sus diseños ayudan a organizar el interior de cada individuo. Por eso colorear mandalas -desde pequeños- es tan beneficioso para los niños.
Los estímulos visuales les animan a crear, a imaginar y a encontrar la armonía en su desorden emocional.
Favorecen la concentración
Lo ideal es que los niños estén concentrados y en silencio cuando colorean mandalas. Dependiendo de la complejidad de cada niño, los beneficios variarán. Aumentarán los procesos cognitivos implicados en su creación.
Esto desarrollará su imaginación, atención y flexibilidad. Dicho esto, es necesario terminar cada mandala para conseguir el efecto visual y emocional que ofrece. Los niños estarán ansiosos por terminarlos y mostrarlos con orgullo. Esto estimula su sentido de la responsabilidad y el logro. También refuerza su autoestima.
Aliados perfectos para niños con necesidades especiales
Para los niños que nacen con síndrome de Down o trastornos del espectro autista, colorear un mandala les será muy útil para coordinar sus movimientos. También les ayuda a relajarse y a encontrar su propio canal de expresión.
A los niños hiperactivos también les resultará una forma muy divertida de calmarse. Debemos dejarles elegir los dibujos que más les llamen la atención y animarles a que aumenten progresivamente la dificultad.
Ayudan a desarrollar la coordinación y la psicomotricidad
Los mandalas ayudan a fortalecer la coordinación de manos y pies. Esto favorece la psicomotricidad de los dedos.
Ayudan a mejorar gradualmente las conexiones cerebrales en niños de entre dos y ocho años. Además de estos beneficios, los mandalas ayudan a los niños a mejorar la precisión de su escritura, así como a atarse los cordones de los zapatos y a manipular ciertos objetos.
Introducen nuevo vocabulario
Colorear mandalas es un excelente estimulante cerebral. Permite a los niños desarrollar sus conocimientos y vocabulario con nuevos colores, formas geométricas (círculos, cuadrados, triángulos, estrellas, entre otras), tamaños e incluso emociones. También estimula su sentido de la estética.
Aumentan su autoestima
Este es uno de los beneficios más evidentes de los mandalas infantiles. Los niños asocian un dibujo con algo limpio y original. Esto refuerza su autoestima. Tendrán más confianza en sí mismos y les resultará más fácil enfrentarse a las dificultades más adelante.
Es muy importante entender que colorear un mandala no debe convertirse en una obligación para los niños. Deben pasarlo bien haciéndolo. Por eso es esencial encontrar el momento perfecto del día para invitarles a colorear.
Con el tiempo, verás que serán ellos los que te pedirán mandalas cada vez más difíciles de colorear. Se convertirán en nuevos retos para ellos.
En conclusión:
El mandala es una herramienta de concentración. El hecho de que los niños centren toda su atención en el dibujo les devuelve al momento presente. Esto les lleva de forma natural a un estado de relajación, calma y paz: dejan de pensar en sus preocupaciones (dependiendo de su edad, por supuesto).
También hay impactos energéticos mucho más sutiles: la forma del mandala y el centro conducen automáticamente a un estado de unidad. Ayudan a volver a centrarse. Pero también están los colores que, combinados con las formas, crean visualmente volúmenes de los que surgen sensaciones y energías muy diferentes.
Concentrarse en un mandala
Los niños también pueden concentrarse en un mandala para resonar con su vibración.
Sorprendentemente, en las ferias de bienestar a las que asistimos, hemos observado que ciertos mandalas destacan entre la multitud..
Los niños se inclinan naturalmente por el mandala de la honestidad, el mandala de la paz interior, que irradia hacia el corazón, el mandala de la concentración (¡ya hablaremos de él!), el mandala del entusiasmo, etc...
Todos estos colores y formas les llaman desde dentro. A veces nos divertimos viendo a los bebés, cómodamente instalados en sus cochecitos, ¡mirando nuestros lienzos colgados en las paredes! Nuestros mandalas les hablan al alma y al corazón, ¡seguro!
Todos los símbolos actúan por sí mismos, sin que necesites concentrarte en ellos. Así que si pones nuestros mandalas en el entorno inmediato del niño, actuarán e irradiarán sus bellas energías.
Dependiendo de la edad de tu hijo, puedes colocar una alfombrilla de ratón o un disco armonizador en su escritorio o mesilla de noche.
También puedes colocar un mandala bajo su almohada por la noche. No olvides que el 70% de nuestro cuerpo está formado por agua, por lo que la energía del mandala tendrá un poderoso efecto en tu hijo.
También puedes colgar un lienzo con un mandala en su habitación.