Cómo trabajar con símbolos en la vida cotidiana
Este artículo es esencial para emprender un trabajo en profundidad con los símbolos de la geometría sagrada. A través de los símbolos podrás transformar tu vida, transformar defectos, atraer hacia ti una energía, una virtud, que necesitas, etc.
Si nos sigues, sabes que te invito a hacer una práctica de 7, 21 o 40 días con tus símbolos de geometría sagrada. El objetivo de esta práctica es trabajar con una virtud que necesitas para desarrollarla en tu interior.
Por ejemplo, si te falta confianza, trabaja con el Mandala de la Confianza, si necesitas sanar algo dentro de ti, trabaja con el Mandala de la Sanación, etc.
Lo ideal es realizar un mínimo de 40 días de práctica.
¿Por qué hacer una práctica de 40 días?
40 días es un número ligado al nacimiento y a la muerte. Es un número de transformación.
Simbolismo del número 40
- Según la Biblia, es el número de la expectativa, la preparación, la prueba o el castigo. La Biblia también utiliza a menudo el número 40 cuando comienza un nuevo capítulo de la historia de la salvación. Por otro lado, cuarenta indicaría la duración de una generación o un periodo de tiempo bastante largo, cuya duración exacta se desconoce.
- Simboliza la muerte al yo y el renacimiento espiritual.
- Según R. Allendy, "es el cumplimiento de un ciclo en el mundo, o más bien el ritmo de las repeticiones cíclicas en el Universo".
- Según San Agustín, cuarenta expresa la perfección "porque la Ley fue dada en diez mandamientos, y luego fue a través de todo el mundo que la Ley fue predicada, y el mundo entero se compone de cuatro partes, este y oeste, mediodía y aquilón; por lo tanto, multiplicando diez por cuatro, llegamos a cuarenta. O bien es por los cuatro libros del Evangelio que se cumple la Ley"
- Representa al hombre incorporado al Universo y luchando contra el príncipe del desorden, según Claude de Saint Martin.
- Representa el periodo completo y suficiente para completar una obra, según Lacuria.
- Representa el infierno eterno, según J. Boehme, porque es la sujeción a los ciclos de encarnación cuya forma no cambia.
- La edad de cuarenta años simboliza la razón, la madurez.
- Corresponde a la decimotercera letra hebrea, mem, y al arcano 13 del Tarot: la Muerte, que marca el final de una etapa.
En la Biblia, el número 40 aparece una y otra vez. Los 40 días de lluvia en el diluvio, los 40 años de estancia del pueblo hebreo en el desierto, los 40 días que pasó Moisés en el Monte Sinaí. También es el tiempo que Jesús pasó en el desierto después de su bautismo, y el tiempo que pasó enseñando a sus discípulos después de su Resurrección y hasta su Ascensión.
Pero el número 40 también se encuentra en:
- Los 40 días de Cuaresma antes de la Pascua.
- Los 40 días de ayuno que Buda hizo en el desierto antes de ejercer su apostolado.
- Se dice que Buda y Mahoma comenzaron a predicar a los 40 años.
- Según los egipcios, es el número de días necesarios para que el alma se libere definitivamente de su cuerpo. En efecto, tras la muerte del cuerpo físico, el cuerpo etérico tarda 40 días en disolverse en el universo. Mientras no se disuelva por completo y las partículas que la constituyen no se hayan unido a los distintos elementos de la naturaleza, la conciencia del difunto seguirá ligada, más o menos estrechamente, al mundo terrestre en el que evolucionó. Esta es la razón por la que en ciertas tradiciones se celebra una ceremonia religiosa 40 días después de la muerte para facilitar la liberación definitiva de la conciencia del ser de sus hábitos y sus apegos materiales. Esto no debe confundirse con la llamada energía etérica, que se extrae completamente del físico después de los tres días siguientes a la muerte.
- En el Islam, el número 40 es importante: los 40 compañeros, los 40 perfectos; el universo se apoya en 40 pilares; los 40 soportes de la cúpula de la Mezquita de Omar en Jerusalén; y en la Edad Media, los musulmanes se depilaban las axilas cada 40 días.
40 es el número de transformaciones
¿Sabías que una oruga tarda entre 30 y 40 días en convertirse en crisálida?
La mariposa es el símbolo de la metamorfosis y la transformación hacia el yo superior. Nos enseña a transformar conscientemente nuestras vidas, a crear nuevas condiciones para avanzar hacia nuestro verdadero ser.
Cada nueva idea y cada paso hacia la realización se refleja en el devenir de la mariposa: el estado de huevo corresponde al nacimiento; la larva se refiere al momento de decidir si una idea debe realizarse; en el capullo hay que entrar en el interior para conectar la idea con la propia naturaleza; y su eclosión corresponde al nacimiento de una nueva realidad.
La lección de la mariposa es dejar de lado el viejo comportamiento y prepararse para la siguiente fase de la existencia. Cada uno de nosotros se transforma a través de múltiples etapas de la vida. Sólo a través del esfuerzo emergemos de lo que somos para ser en el futuro.
Nosotros también, dejando atrás nuestros viejos hábitos, podemos pasar de oruga a mariposa.
Transforme sus hábitos en 40 días
Para lograr una transformación permanente en la vida de uno, hay que repetir una práctica durante 40 días, en un ciclo ininterrumpido.
Un grupo del departamento de psicología de la Universidad de Harvard, en Boston, ha demostrado que se han hecho experimentos y que pueden demostrar que una persona cambiará un hábito o incluso un comportamiento practicando/repitiendo un nuevo hábito durante más de 40 días. Esta repetición crearía nuevas vías neuronales. Después de 40 días, el hábito se instaló de forma permanente.
No me importa decirte que puedes encontrar muchas cosas en internet (ver los artículos referenciados al final de la página).
Por ejemplo, en la década de 1960, el Dr. Maxwell Maltz, cirujano plástico y autor del exitoso libro "Psycho Cybernetics", descubrió que un paciente tardaba una media de 21 días en acostumbrarse a su nueva imagen física. Como una operación de nariz.
Esta investigación y sus propias experiencias de cambio le llevaron a esta cifra de al menos 21 días para crear una nueva imagen mental.
Este principio se extrapoló, con razón o sin ella, a muchos ámbitos que implican un cambio de comportamiento. Incluyendo los hábitos.
Posteriormente, el neurocientífico Paul Winner demostró que se necesitan entre 22 y 30 días para que se formen las vías neuronales en el cerebro y den lugar a un nuevo comportamiento.
Este médico llevó a cabo su trabajo en adicciones fuertes como las de los drogadictos.
Y la formación de hábitos implica la formación de nuevos comportamientos, por lo que esto nos lleva a pensar que este tiempo podría utilizarse como punto de referencia para la formación o el cambio de hábitos.
Pero lo que sigue le interesará aún más porque este estudio trata directamente de la formación de hábitos.
En el libro "Making Habits Breaking Habits: How to make changes that stick", el autor Jeremy Dean informa sobre un estudio realizado en el University College de Londres durante 84 días.
En este estudio, se pidió a 96 participantes que eligieran un comportamiento diario que les gustaría que se convirtiera en un hábito. Cosas que pueden repetirse todos los días, como comer una pieza de fruta al final del almuerzo o correr 15 minutos después de la cena.
¿Los resultados?
Por término medio, los participantes que proporcionaron suficientes datos para validar su seguimiento tardaron 66 días en crear su hábito.
Algunos nuevos hábitos son más fáciles y rápidos de adoptar que otros, y el tiempo también puede variar de una persona a otra.
Y este tiempo también dependerá de tu regularidad, de tu rutina.
Así que sea persistente, sepa lo que quiere conseguir como resultado.
¿Cómo hacerlo en la práctica?
Establecer una rutina
al principio hay que hacer un esfuerzo para imponerse unos buenos hábitos y luego se convierte en una parte natural de la rutina. Una de las claves es la repetición.
"Somos lo que hacemos repetidamente.
La excelencia, pues, no es un acto, sino un hábito" - Aristóteles -
Los nuevos hábitos no tienen por qué acabar con los antiguos, sino que simplemente se convierten en influencias más fuertes en tu comportamiento. Otras dos claves del éxito en la adopción de nuevos hábitos son la perseverancia y la benevolencia: si un día "pierdes" tu práctica, no es un gran problema, vuelve a empezar al día siguiente, mantén los 40 días o cualquier otro periodo que definas.
Práctica diaria con los símbolos vibratorios
Esta es la práctica diaria que te sugiero que pongas en marcha:
Despiértate cada mañana con tu mandala (ya sea un lienzo impreso, un disco armonizador u otro medio). Es importante que el ambiente sea tranquilo y propicio para la meditación.
Cuando estés frente a tu mandala, míralo con ojos de niño, sin poner ningún concepto en lo que representa o en la virtud que lleva.
Dígale o piense interiormente que quiere ponerse en contacto con él, para establecer una conexión, para entender cómo acercarse a él. Pídele que te acompañe a lo largo del día.
Llena el centro de tu pecho con su atmósfera ligera y suave.
Durante el día, visualiza mentalmente tu mandala. Si puedes (según el soporte que elijas -el disco de armonización es ideal para esto-), llévalo contigo a donde vayas y míralo todo lo que necesites a lo largo del día.
Y por último, antes de acostarte por la noche, vuelve a mirarlo, deja que su hermosa energía llene todo tu ser y pide a tu mandala que te acompañe mientras duermes. Si lo deseas, puedes encender una vela y entrar en meditación para conectar con tu mandala en conciencia.
También puedes colocar tu mandala debajo de la almohada si lo deseas. Si es demasiado dinámico y perturba su sueño, colóquelo más lejos.
Realiza esta práctica durante al menos 40 días y verás cómo se abre dentro de ti y frente a ti algo que quizá nunca habías imaginado.
Como cada persona tiene diferentes órganos de percepción, a veces puede parecer que no pasa nada, pero se están produciendo cambios internos.
El poder del pensamiento
¿Podemos influir en nuestro futuro con el poder del pensamiento? La respuesta es definitivamente sí Podemos, más de lo que podemos imaginar.
Si vivificas una o varias virtudes, alimentarás en ti otros pensamientos, sentimientos y voluntades que transformarán tu cuerpo y, por tanto, tu percepción. Si tu percepción cambia, lo que es invisible se hará visible y algo más grande se te revelará y te hablará. Donde un hombre ordinario pasa y no ve nada, el hombre que está unido a las virtudes luminosas y puras descubre el esplendor, la magnificencia.
Por resonancia, por armonización, por la naturaleza de tus pensamientos, de tus sentimientos, de tu voluntad, formas órganos más sutiles. Cuando llevas, vivificas ciertas virtudes en tu vida, aparecen en ti órganos de percepción. Esto te anima.
Las virtudes son los activadores de la vida, son las cosas sutiles que te hacen vivir. Pueden guiarte hacia una mayor conciencia, un pensamiento más claro y despierto y unos sentimientos más asentados.
Puedes trabajar con una virtud a través del pensamiento, nombrándola varias veces al día en tu interior: por ejemplo, "Deja ir... Dejar ir... Déjate llevar..." o "Trust.... Confianza.... Confianza...."
Por lo tanto, al concentrarse en un disco armonizador, resuena con altas vibraciones. Y como es un artículo muy práctico para llevar encima, puedes utilizarlo en cualquier situación.
Nuestros mandalas son verdaderos talismanes mágicos, creados sobre el modelo de las flores. Al igual que las flores desprenden una dulce y sutil fragancia en la atmósfera, cuando trabajas con una virtud, con un mandala, aprendes gradualmente a desprender una fragancia a través de tus bellos pensamientos y nobles sentimientos, que atraen a un mundo más puro.
El poder de la palabra
Al igual que puedes concentrarte en un mandala, también puedes vigorizar la virtud correspondiente en voz alta. Descubrirás que esto dará fuerza a tu intención.
Intenta simplemente decir la virtud en voz alta: Suelta... suelta... con diferentes entonaciones y encuentra la entonación con la que sientas más afinidad.
Y una vez que lo hayas puesto en práctica, no dudes en compartir conmigo, simplemente respondiendo a este mensaje, tus experiencias, tus sentimientos, tus preguntas.
Para concluir
Lo importante es trabajar todos los días y reforzar tu ritmo. De este modo, creas un órgano interno de fuerza de voluntad. Una persona sin fuerza de voluntad no puede hacer nada. Tienes que desarrollar este órgano dentro de ti porque es un órgano que te permite conseguir y dar contenido a lo que quieres.
Es cierto que los símbolos de la geometría sagrada son muy poderosos y que irradian por sí mismos. Pero si quieres ir más allá y atraer hacia ti una energía, una virtud que necesitas, es necesario vivificarla poderosamente en tu interior.
Y para ello hay que atenerse a una disciplina.
Una vez que hayas comenzado tu disciplina, ¡mantennos informados de los resultados, de tus dificultades y de tus éxitos!
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