El ojo oudjat, el ojo de Horus, es elojo de la clarividencia mágica, que nos permite percibir la realidad invisible de los planos superiores e inferiores y actuar mágicamente. El hombre que posee tal ojo es un iniciado, un mago. Puede percibir no sólo los pensamientos, los sentimientos, los sueños, los deseos, las fuerzas y las influencias, sino también las entidades que están detrás de ellos. De esta manera puede poner orden en su vida.
El ojo oudjat era un símbolo de protección para los antiguos egipcios, que lo llevaban como talismán de buena suerte, ya que era un símbolo de salud, fertilidad y clarividencia. Representada en sarcófagos, protegía al difunto de los malos espíritus.
Cómo utilizar y activar el Ojo de Horus
Las creencias vinculadas a la leyenda del Ojo de Horus han hecho que este símbolo tenga éxito. Algunos especialistas en símbolos, como Dominique Coquelle, indican que será necesaria una práctica específica y una conexión muy cualitativa para permitir el acceso a estos arcanos y que el símbolo del ojo de Horus siempre estará ahí para recordárnoslo.
Aunque está claro que el Ojo de Horus puede equipararse al tercer ojo y al símbolo del ojo interior, es decir, a la visión de los mundos, esta visión puede verse alterada por las fuerzas profundas que surgen en nuestro interior (fuerzas simbolizadas por Set y el inframundo).
Esta lucha entre Horus y Set es el símbolo de la gestión interior de todo humano entre su dimensión espiritual y divina y su parte humana.
La enseñanza del ojo
El símbolo del ojo nos habla de la mirada del alma, de esa mirada interior que debemos despertar en nosotros para poner en orden nuestra vida y entrar en el camino del despertar.
Hay energía que pasa por los ojos y a través de ellos podemos dar y recibir.
A través de los ojos también puedes perder tu energía, que te la roben. Todo el mundo ha visto cómo las grandes ciudades, con toda su publicidad, pueden drenar el alma. Todo se hace en la publicidad para captar la atención del ojo y a través de ella despertar el deseo en el alma. Es una forma de atracción similar a la de los sexos y termina en la fecundación.
No sé si recuerdan esta frase de los directores de TF1 en los años 2000.
"Básicamente, el trabajo de TF1 es ayudar a Coca-Cola, por ejemplo, a vender su producto. Pero para que un mensaje publicitario sea percibido, el cerebro del espectador tiene que estar disponible. El objetivo de nuestros programas es ponerlos a disposición: es decir, entretenerlos, relajarlos y prepararlos entre dos mensajes. Lo que vendemos a Coca-Cola es el tiempo disponible del cerebro humano.
La fórmula de Patrick Le Lay aparece en su libro de 2004, Les Dirigeants face au changement. En ese momento, Le Lay era director general del grupo TF1. Desde este punto de vista, el problema de la televisión no es la calidad de los programas. Los programas sólo sirven para preparar, para conformar la disponibilidad de la atención del espectador, que se puede comprar.
Eso lo dice todo.
Captar y atraer la mirada es un problema. No hay que resistirse necesariamente, pero hay que ser consciente de ello. En todo, la conciencia restablecerá el equilibrio correcto en ti.
Para desarrollar esta conciencia, presta atención a todas las pequeñas cosas que parecen insignificantes, pero que en realidad no lo son. Los anunciantes se gastan cada año enormes sumas de dinero en estas pequeñas cosas y saben muy bien lo que hacen.
La gran pregunta es: ¿quién fecunda tu alma?
Si quieres recuperar la plena posesión de tu mirada, debes tomar conciencia de tus miradas inconscientes. Aprende a mirar deliberada y conscientemente las cosas que despiertan en ti la belleza, la luz interior, el alma eterna. Nadie lo hará por ti, debe salir de ti.
Hay que desarrollar una nueva forma de ver el mundo.
Los símbolos de geometría sagrada, y en particular los mandalas vibracionales impresos en lienzo, te ayudan a despertar la belleza y a rodearte de vibraciones positivas.
Pero también puedes adentrarte en la naturaleza y mirar las flores, los árboles, el sol, las mariposas. Toda esta belleza despertará tus ojos y llenará tu alma de las cosas más bellas y puras.