Meditación: 5 reglas básicas
Estamos tan estresados en nuestro mundo moderno que resulta muy fácil frustrarse, enojarse y actuar en consecuencia. El estrés intenso no sólo puede hacer que nos comportemos de una manera que lamentamos, sino que también afectará nuestra salud.
Y sí, la vida no es un río largo y tranquilo y pensar que podemos bajar por el río de la vida en completa paz es una gran ilusión. En un mundo en constante movimiento, la meditación se convierte en más que un relajante escape, en una verdadera forma de vida.
Tanto si eres nuevo en el tema como si tienes experiencia, a veces es bueno recordar las reglas básicas de la meditación para optimizar tu práctica.
Y verás en este artículo que cuando comencé a meditar, me enfrenté a una serie de dificultades y errores.
Entonces, para evitar que cometas los mismos errores que yo, te comparto todos mis consejos para una meditación exitosa.
Descubra cómo algunas reglas simples pueden transformar radicalmente su experiencia de meditación.

Meditación: definición
La meditación es una práctica milenaria muy desarrollada en algunos continentes como la India y Asia.
Ha pasado de ser una práctica espiritual a convertirse en una verdadera "técnica" al hacer su aparición en Europa. Cada vez son más las personas que la practican y la utilizan por los numerosos beneficios físicos y psicológicos que puede aportar.
Pero con este artículo me gustaría llevarte más lejos, porque la verdadera meditación va mucho más allá de los aspectos físicos y psicológicos de los que hablamos aquí y allá.
La meditación no es un pasatiempo, una actividad más en nuestra vida que nos permite relajarnos de vez en cuando, para volver a caer en el ritmo frenético de nuestra vida cotidiana sin transformarla realmente.
La verdadera meditación es una nueva dirección en la vida, una elección, un arte de vivir, una respiración del alma que nos permite retomar el timón de nuestras vidas y dirigirlas en una dirección ascendente, en armonía con las aspiraciones más profundas de nuestro verdadero ser. La meditación es una puerta abierta, un camino hacia el despertar, una comunión con lo más profundo de uno mismo, un viaje hacia lo desconocido, una apertura del corazón, una experiencia viva de transformación. Poco a poco arraiga en nosotros como una nueva respiración, un nuevo ritmo de vida, una nueva forma de ver las cosas, otro camino en comunión con la conciencia superior.
Emprender la práctica de la meditación es elegir intensificar nuestra vida interior y sutil para que se convierta en una nueva base de percepción, una nueva guía, nuestra fuerza de inspiración, el nuevo maestro que llevamos dentro. La meditación es algo natural y sencillo, es el movimiento de volver nuestra conciencia y sensibilidad hacia dentro, la puerta que abre la percepción directa de otro mundo dentro de nosotros.

¿Cuáles son los beneficios y los efectos de la meditación?
Existen suficientes estudios científicos que demuestran los beneficios de la meditación, ya sea para la salud mental, emocional y física. Además, sería bueno enseñarlo en la escuela. ¡Resolveríamos un cierto número de problemas!
Si empiezas a meditar, entras en tu naturaleza, en tu verdadero ser. La meditación no es algo externo a ti, es tu verdadero ser. Y esa es la verdadera felicidad.
La mejor manera de hacer que nuestra mente esté en paz y feliz es practicar la meditación. La meditación no sólo ofrece una mente más tranquila. Sus beneficios para la salud (probados por la ciencia) incluyen:
• Reducción de la presión arterial alta.
• Mejora la salud del corazón.
• Alivia el dolor, especialmente el dolor crónico como la artritis.
• Estimular el sistema inmunológico.
• Mejora la concentración.
• Mejora la calidad del sueño.
• Mejora la gestión de las emociones.
• Reduce el estrés.
• Aumenta el optimismo y mejora el estado de ánimo general.
• Entre otro...
Ya sea que desee reducir su nivel de estrés o desee explorarse a sí mismo, la meditación es una excelente manera de lograrlo. Pero ojo, te advierto que a veces hay que tener paciencia porque cuando empiezas a intentar meditar por primera vez, ¡puede resultar confuso y muy frustrante en ocasiones!
¡Te explicaré por qué ahora mismo!
Practicar la meditación: una mirada retrospectiva a mi 1ª experiencia
Aún la recuerdo como si fuera ayer Y me gustaría compartirla contigo porque creo que he acumulado todas las cosas que debes evitar si quieres meditar bien.
Era el año 2008.
La atmósfera era sagrada. El silencio en el grupo era palpable.
Por aquel entonces yo tenía un zafu que nunca había usado realmente, salvo unos minutos.
Y así empezó el trabajo... y muy pronto empezaron a dolerme horrores las piernas. Un consejo: si no eres flexible, ¡aléjate del cojín de meditación!
Y cuando te concentras en estos problemas, puedo decirte que en meditación, ¡no estás ahí en absoluto! Empiezas a moverte para encontrar la postura correcta, tus pensamientos empiezan a divagar y creas ruido y confusión a tu alrededor.
Así que en las siguientes sesiones probé otras formas de posar mi cuerpo.... Sentado de rodillas.... ¡¡¡¡No más !!!! Sentado contra una pared.... Creo que es la mejor manera de dormitar
Luego probé el banco de meditación. Ha sido una revelación Por fin, la herramienta que se adapta perfectamente a mí.
Una vez que encontré la postura adecuada, por fin podía empezar el trabajo..
Aprender a meditar o el arte de la meditación para principiantes
Regla nº 1: para empezar a meditar, encuentra la postura adecuada
Como habrás comprobado, la meditación no tiene por qué ser una tortura ni una sesión de gimnasia. La mejor postura es la que te conviene, aquella en la que te sientes más cómodo.
Sin embargo, hay algunas reglas que debes seguir.
¿Qué postura es la mejor para meditar?
Un criterio básico es que debes estar sentado, en posición de loto por ejemplo, porque esta postura te permite estar alerta y despierto.
También es importante que el sacro y el coxis, que llevan la memoria de quién eres, estén en contacto con la Madre Tierra.
La columna debe estar recta, pero sin forzarla ni crear tensión. Cuando la postura es correcta, la espalda está recta de forma natural, sin esfuerzo. Una espalda recta aporta la presencia de la dignidad, favorece el despertar y nos conecta con la energía del sol.
Si estás sentado en una silla, tendrás que colocarte en el borde para encontrar el equilibrio adecuado, de modo que la espalda se ponga recta sin esfuerzo (de lo contrario, podrías quedarte dormido)
Si estás sentado en el suelo, tendrás que elevar ligeramente el cuerpo para que la espalda quede recta de forma natural. Si es necesario, colócate sobre una esterilla de meditación, por ejemplo en posición de loto.
La posición de loto es una postura muy utilizada en meditación, pero puede no ser adecuada para todo el mundo debido a su exigencia de flexibilidad y comodidad articular.
El secreto de la postura correcta no reside en la postura en sí, sino en la actitud interior y la conciencia. Es importante sentarse en el suelo con delicadeza, amor, respeto y conciencia.
Cuanto más despierte tu conciencia, más encontrarás la postura correcta.
Encuentra la postura adecuada que te permita entrar profundamente en la experiencia de la meditación. Tu meditación se volverá real, viva, intensa y eficaz.
Regla nº 2: respira para meditar
La meditación requiere silencio y calma en la mente. Antes de empezar, dedica unos minutos a respirar profundamente para traer la paz a tu interior. La respiración también es un buen apoyo durante la meditación.
La respiración que consiste en inhalar, llenando el cuerpo de aire desde el vientre hasta las clavículas, y exhalar, vaciando el cuerpo desde las clavículas hasta el vientre, es eficaz. Pero si no te sientes cómodo, puedes adoptar la respiración abdominal, que consiste en inflar el vientre sólo al inspirar y retraerlo al espirar (sin hacer esfuerzos).
Concentrarse en la respiración también es un excelente ejercicio para calmar la mente.
Regla nº 3: lograr la quietud y el vacío
Cuando se piensa en la inmovilidad, ¿qué es lo primero que viene a la mente?
La inmovilidad del cuerpo, por supuesto Pero verás que no es tan sencillo
Poner el cuerpo en el suelo, colocarlo en inmovilidad, son las claves de la meditación, pero el simple hecho de querer hacerlo basta para que afloren en nosotros todas las cosas que quieren moverse.
Permanecer en inmovilidad es difícil; requiere entrenamiento y no estamos entrenados.
Si consigues mantener tu cuerpo perfectamente inmóvil durante 20 minutos, en postura erguida, poniendo en el suelo todo lo que viene hacia ti, es decir, todas las tensiones de tu cuerpo, todos los pensamientos, todos los sentimientos, todos los estados de ánimo, todas las fuerzas de tu interior que te perturban, todo se aclarará para ti y tu cuerpo desaparecerá.
Entra en un estado de inmovilidad externa observándote a ti mismo.
Y ahora trata de encontrar la quietud interior. Conviértete en un observador de lo que ocurre en tu interior.
Observa los pensamientos que te recorren. A veces hay un verdadero caos en tu interior. El problema de nuestra vida moderna es que ya no nos tomamos el tiempo de sentarnos quietos y nunca nos detenemos a observar nuestro propio estado interior.
Aunque veas malos pensamientos, no los descartes, no los juzgues.
Mientras permaneces quieto en el suelo, dirige tu atención hacia tu interior, hacia el centro.
Permanece centrado y observa lo que percibes: un sonido, un ruido exterior, una emoción, un estado de ánimo... sea lo que sea lo que se manifieste, haz el ejercicio de permanecer en tu centro, manteniendo la quietud.
Al no permitirte descentrarte, al no moverte ni externa ni internamente, reforzarás cada vez más este estado de quietud interior.
Mi consejo: imagina que eres un lago. Todo lo que venga hacia ti, pensamientos, sentimientos, todo lo que no esté en armonía, deposítalo en el fondo del lago. Y deja que el cieno se hunda por sí solo, para que el agua de tu lago sea clara y pura.
Regla nº 4: utiliza mantras para meditar
Un mantra es un conjunto de palabras o fórmulas sagradas con significado y poder espiritual. Esta combinación de palabras está investida del poder de proteger, purificar y transformar a la persona que las repite, y puede ser iniciática y secreta. La repetición sirve de soporte auditivo para transmitir la idea o el símbolo a través de la palabra de forma vibratoria.
El mantra más conocido es sin duda el Om, o Aum. Para los hindúes, es el sonido primordial que corresponde a la primera creación del universo (el sonido antes que la materia), que contiene en sí toda la vibración del universo y cuya repetición nos pone en armonía con la conciencia universal. El sonido más utilizado, Om (Aum), es el mantra raíz del que derivan todos los demás mantras.
- La letra "A" representa a Brahman, el dios creador. Representa el mundo terrenal, la creación, el principio, el nacimiento.
- La letra "U" representa a Vishnu, el dios protector. Representa el mundo intermedio, el sueño, la continuación, la vida.
- La letra "M" representa a Shiva, el destructor. Ésta es la fuerza centrífuga, el sueño, el final, la muerte. la "M" es el estado de sueño profundo, el mundo celeste.
Cantar A-U-M armoniza la psique y relaja todo el cuerpo, restableciendo gradualmente la calma. La repetición del mantra Om ocupa todo el campo de la conciencia, dejando poco espacio para la formulación de frases parásitas: la concentración mejora y el estado de conciencia se refina, gracias a un mejor control de la mente.
Regla nº 5: utilizar una ayuda visual para meditar
El mandala, o los símbolos de geometría sagrada en general, pueden utilizarse como apoyo visual para meditar y evitar distracciones. Pero una foto que tenga sentido para ti, una estatua, una piedra... también pueden sustituir al mandala para guiarte en tu meditación. Centra tu atención exclusivamente en ese objeto, observando sus líneas y materiales, y asociando las ideas que ese objeto te sugiere.
La forma más sencilla y accesible de centrar tu atención es observar sin juzgar.
Cuando estés delante de tu mandala o símbolo, míralo con ojos de niño, sin poner ningún concepto en lo que representa o en la virtud que lleva.
Dile, o piensa interiormente, que deseas entrar en contacto con él, forjar un vínculo, comprender cómo acercarte a él. Pídele que te acompañe a lo largo del día.
Llena el centro de tu pecho con su atmósfera ligera y suave.
Durante el día, visualiza mentalmente tu mandala. Si tienes la oportunidad (según el soporte que hayas elegido, el disco armonizador es ideal para ello), llévalo contigo allá donde vayas y míralo tantas veces como necesites a lo largo del día.
Y por último, antes de acostarte por la noche, míralo de nuevo, deja que su hermosa energía llene todo tu ser y pídele a tu mandala que te acompañe mientras duermes. Si lo deseas, puedes encender una vela y entrar en meditación para conectar conscientemente con tu mandala.
Y si eres profesor de yoga, terapeuta o simplemente buscas un mandala para meditar, o un Flor de la vida para meditar, ¡has llegado al lugar adecuado! Te recomendamos un lienzo impreso que puedas colgar en la pared. Ten en cuenta que cuanto más grandes estén impresos los símbolos de geometría sagrada, más fuerza irradiarán.
Y si estás de viaje o en movimiento, te resultará más fácil concentrarte en objetos más pequeños, como los discos armonizadores.
Cuando meditamos, ¿en qué pensamos?
Cuando meditas, el objetivo no es necesariamente pensar en algo concreto, sino cultivar la conciencia presente y la observación desapegada de tus pensamientos. Esto depende del tipo de meditación que practiques y de tu intención.
El objetivo general de la meditación es entrenar la mente para permanecer presente, ser consciente de los pensamientos sin apegarse a ellos y cultivar una mayor claridad mental y emocional. Sin embargo, es normal que surjan pensamientos durante la meditación. Si esto ocurre, simplemente observa estos pensamientos sin juzgarte y, a continuación, vuelve a centrar tu atención suavemente en tu punto de atención (respiración, mantra, etc.). Deja que la meditación evolucione según tu práctica y tus necesidades personales.
¿Cómo hacer una meditación espiritual?
Te ofrezco algunos consejos o reglas básicas para realizar la meditación espiritual. Recuerde que la meditación es una práctica personal y que no existe una forma correcta o incorrecta de meditar. Escúchate a ti mismo y naturalmente encontrarás lo que más te convenga.
Puede parecer obvio, pero empieza por buscar un lugar tranquilo. Aunque puedes meditar en el autobús o en el metro, ¡para empezar aún es más fácil poner todas las condiciones de tu lado! : Busque un lugar tranquilo donde no le molesten. Podría ser una habitación especial, un rincón tranquilo de tu casa o incluso un relajante espacio al aire libre.
Luego siéntese o acuéstese en una posición cómoda. ¡Recomiendo la posición sentada, de lo contrario corres el riesgo de quedarte dormido! Mantenga la espalda recta para respirar profundamente.
Cierra los ojos y comienza respirando profundamente unas cuantas veces para relajarte. Luego, concéntrate en tu respiración natural, abdominal si es posible.
Si lo deseas, puedes establecer una intención para tu meditación. Esto puede estar relacionado con encontrar la paz interior, comprenderse a sí mismo o cualquier otra cosa. Asimismo, puedes optar por incorporar una visualización positiva o un mantra (una frase repetida) a tu meditación.
Acepta los pensamientos que vienen. Sobre todo, no los juzgues. Sólo sé consciente de ello; ya es un gran paso. Vuelve tu atención a tu respiración, tu mantra o tu visualización.
Es mejor hacer tu meditación sabiendo que tienes tiempo por delante, aunque sean sólo 10 minutos. Evite sentirse apurado. Estad en el momento presente aunque al principio inevitablemente tendréis muchos pensamientos que os perturbarán. Es normal, es parte del proceso.
Cuando sientas que es el momento, abre lentamente los ojos y vuelve a ti mismo a tu propio ritmo. Respire unas cuantas veces.

En conclusión
La meditación puede ser practicada por todo el mundo, incluidos los niños pequeños. Puedes hacer ejercicios sencillos de meditación con ellos, aunque sólo sean unos minutos.
Más que una práctica que puede incorporarse a tu vida, la meditación puede ser una herramienta para reconectar con tu interior, encontrar la calma, la serenidad, la inspiración y la guía adecuadas, pero también puede convertirse en una forma de vida totalmente nueva.
Hay varios grados de interioridad. La meditación puede ser más o menos profunda, llevarnos a diferentes estados de despertar interior y de conciencia, e iluminar y transformar verdaderamente nuestras vidas.
Pero más allá de la práctica en sí, que puede durar poco tiempo, la meditación puede contemplarse en una dimensión más amplia e integrarse permanentemente en nuestra vida como un arte de vigilancia, concentración y dominio interior.
Dominar el despertar, la rectitud, la postura correcta, el silencio, la calma, la claridad y la serenidad puede lograrse mediante prácticas regulares de meditación. Pero más allá de estas experiencias limitadas en el tiempo, podemos desarrollar estas virtudes a diario y darles gradualmente un lugar mayor en nuestra vida.
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Fuente:
"Algunas reglas para meditar" publicado por Essenia
Ooreka para la sección "beneficios de la meditación