Practicar la atención plena
Más allá de una simple práctica que integramos en nuestra vida, la meditación puede ser no sólo una herramienta para reconectarnos con nuestro ser interior, para encontrar la calma, la serenidad, la inspiración adecuada, la guía correcta, sino que también puede convertirse en una forma de vivir totalmente nueva.
Hay diferentes grados de interiorización. La meditación puede ser más o menos profunda, puede llevarnos a diferentes estados de despertar interior y de conciencia, y puede realmente iluminar y transformar nuestras vidas.
Pero más allá de la práctica en sí, que puede durar poco tiempo, la meditación puede verse en una dimensión más amplia y convertirse en una parte permanente de nuestra vida como arte de la atención plena, la concentración y el control interior.
Orientar conscientemente nuestra vida de forma diferente, hacia un mundo superior, es el objetivo último de la meditación, que puede convertirse en una verdadera respiración, un arte de vivir, una forma de pensar, ser, sentir y actuar en armonía con nuestra alma. Mantenernos en discernimiento en cada momento, conectarnos con lo universal, cultivar una visión amplia y hermosa de la vida, realizar actos que aporten una obra de Luz, es también ampliar el campo de vida de la meditación y permitir que se irradie en todos los pisos de nuestro ser, en todos los componentes de nuestra vida. La meditación puede entonces convertirse en el arte de conectarnos permanentemente con una inteligencia y una conciencia superiores.
El dominio del despertar, la rectitud, la postura correcta, el silencio, la calma, la claridad y la serenidad pueden lograrse mediante prácticas regulares de meditación. Pero más allá de estas experiencias limitadas en el tiempo, es en nuestra vida cotidiana donde podemos desarrollar estas virtudes y darles poco a poco un lugar creciente en nuestra vida
La meditación nos muestra una verdadera forma de estar en el mundo, de gobernarnos desde dentro, nos abre todo un camino de vida, una forma de orientarnos y de estar en constante comunión con la inteligencia divina dentro y alrededor de nosotros.
Si lo deseas, tú también puedes cultivar la meditación en tu vida diaria, una nueva forma de pensar, una nueva forma de vivir, una respiración que forma parte integral de tu vida, un nuevo órgano de percepción que guía las elecciones y las decisiones, una luz viva y actuante que ilumina.